Hotel Rui’an

CONCEPTO

El concepto surge de la intención de realizar un escenario acorde a la función que se va a desarrollar en edificio. Así coexisten tanto agentes internos al propio uso del edificio como agentes externos, que configuran, moldean y definen el propio proceso de trabajo con el que va tomando forma el volumen inicial.

En este caso, como agente interno tenemos el que afecta al funcionamiento. Es deseable que el edificio sea de alturas limitadas para optimizar recorridos, así como con que el corredor de distribución sea interior. De esta manera las habitaciones pueden tener dos orientaciones y son siempre exteriores.

Como agente interno también aparece la curvatura de la pieza en planta. Esta acota el espacio y genera un recogimiento al usuario del complejo, mediante la creación de una plaza.

Por otra parte, se crea una volumetría en la base del edificio de mayor dimensión para poder albergar los usos comunes, propios de estas actividades. Esta volumetría se escalona obteniendo un cambio de escala entre el bloque de mayor altura y la parcela.

Como agente externo está la integración con el entorno por mímesis que se produce en la cubierta. Esta toma la geometría de los típicos paisajes chinos y se abstrae conformando una cubierta singular.

Otro agente externo es el de la fachada como un elemento continuo, funcional y único que, gracias al escalonamiento y neutralidad, dota al conjunto de uniformidad y pérdida de noción de escala. Además, en los límites de los volúmenes estos brise-soleils se pliegan por fachada creando un efecto de inacabada y de límites no definidos (propio de un proceso de trabajo interrumpido).

PROGRAMA FUNCIONAL

Los requisitos del cliente para la elaboración de este proyecto eran los siguientes:

1. Debía ser un edificio hotelero-sanitario dedicado al confort y descanso de sus usuarios para poder pasar períodos de evasión de su vida en la ciudad y disfrutar de un lugar privilegiado.
2. El uso sanitario-medicinal y todo el destinado para la salud y distintos tratamientos corporales.
3. Actividades lúdicas propias de un complejo hotelero.

En la base del edificio se concentran las actividades comunes propias de un complejo sanitario como baños, piscinas termales, masajes, salas de recuperación y ejercicio, lodos, etc. Además de las propias de un hotel como auditorios, comedores, salas polivalentes, restaurantes, salas de fiestas, etc.

En el volumen superior se distribuyen las habitaciones estándar y bajo las cubiertas curvas las suites y salones privados de una mayor categoría.

USO

El uso característico de la propuesta es el de uso terciario hotelero-sanitario: edificio privado de uso hotelero con la particularidad sanitaria para el desarrollo de actividad lúdica y el descanso.